sábado, 26 de agosto de 2017

¿Confías en mí?




¿Confías en mí?, de Cristina Rodríguez Trueba. MeGustaEscribir. Imagen cubierta de Cesar Cobo. Ebook.

¿No notas como late tu corazón? Entonces, ¿a qué esperas para vivir?¡Pobre Marta! Golpeada a traición su vida ha descarrilado parándose en una vía muerta. No debería resignarse a ser espectadora, solo necesita un pequeño empujón para volver a la circulación. Espero que le dé tiempo a abrocharse el cinturón porque se lanzara cuesta abajo y sin frenos
20 capítulos donde Marta, de Santander, hablando principalmente consigo misma te muestra su vida después de una ruptura de la que no levanta cabeza, no por ser engañada, sino porque quiere vivir en pareja y sueña constantemente con el hombre ideal dentro de su casa de ensueño.

La novela es distraída y nos va contando sus citas para encontrar una pareja estable. La novela muestra a Marta, treintañera, clásica y con una dualidad confusa entre lo que te esta contado de cómo cree que es ella, y lo que tú, como lectora, estas interpretando.
La figura de Marta, lo que muestra;  a mí personalmente no me ha gustado,  aunque si su historia. Tiene un trabajo estable, un familia acogedora, unas amigas de la muerte, y no tiene dificultad para conocer a gente y para relacionarse, aunque ella diga que sí. La van a ascender, consigue adaptarse al a rutina del gimnasio y conocer gente el primer día, la dejan un piso ¡sin pagar! unos amigos de sus padres y aunque le pone pegas a todo, su vida, es asquerosamente ordenada.  Hay detalles de la novela que no me convencen como que sus citas son con hombres altamente cualificados y todos socialmente estables aunque luego rascando no sea así, me da la impresión que aspira a un vida de ensueño en apariencia, y esa es la actitud que no me ha terminado de gusta en la novela, los capítulos rápidos mezclan anécdotas rutinarias  y la prota con la manía de hablar consigo misma como si fuera con otra persona termina tomando un decisión que al final es siempre acertada.

En un momento dado de la novela su vecino le deja una nota a través de otra vecina, ¿Por qué no en el buzón o por debajo de la puerta? Es mínimo detalle me creo confusión y quizás ya no confiaría en él J

El que Marta viaje a Madrid para criticar los bocadillos de calamares, ainss, me ha dolido en mi corazoncito. Menos mal que la aparente obsesión que tiene por controlar la comida esta sólo en su cabeza y se salta constantemente la dieta absurda que se autoimpone y aparece un sobao cántabro en condiciones. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario